El cazador cazado

Las paradojas del negocio. Sedo adquiere “sedo.com” por 80.000 tras más de dos años de negociación.

Poco se podía imaginar el grupo de cuatro estudiantes alemanes que pusieron un proyecto rudimentario de compraventa de dominios (direcciones de internet) que apenas cuatro años más tarde estarían compitiendo por el liderato mundial en el sector. Eso es exactamente lo que ha sucedido con Sedo (Search Engine for Domain Offers) un proyecto que ha sobrevido sin pérdidas a la época de la crisis de las .com y en muy poco tiempo ha pasado a luchar por la hegemonía en el sector.



Es curioso que un proyecto que se dedica precisamente a comerciar con dominios se enfrente con el problema de tener que comprar el dominio con el nombre de su empresa. La explicación se encuentra en los orígenes de la compañía: la fundación de Sedo coincidió con el famoso boom de las .com, los años locos de Internet. Great Domains vendía dominios por valores que rondaban el millón de dólares y Sedo era simplemente una aventura para crear algo similar en el mercado alemán, un enano al lado de los grandes monstruos americanos. Puestos a elegir nombres, y tratándose una empresa alemana, parecía que el registro de sedo.de sería suficiente; en Alemania, a diferencia de España, la extensión nacional (.de) tiene mucha más presencia que la .com.



Pero hasta qué punto esa decisión había sido una ingenuidad se mostró poco tiempo más tarde, cuando Sedo tomó una orientación internacional y se convirtió en la única plataforma de compraventa de dominios que ofrecía sus servicios en cuatro lenguas y con estrategias específicas para cada uno de los mercados. En ese momento, poseer sedo.com se convertía en un elemento estratégico para poder competir con éxito en el mercado global.



El propietario del dominio, un usuario estadounidense, se encontró de repente ante el sueño dorado de cualquier internauta: el dominio que había registrado para alojar su página personal había pasado a costar una fortuna. Y puesto que una oportunidad así rara vez se presenta, decidió intentar sacar el máximo provecho de la situación. Sedo intentó compra el dominio y la respuesta fue clara: el precio era un millón de dólares no negociable.



Sedo intentó sin éxito conseguir una oferta más razonable y al final la empresa se tuvo que recurrir a otro tipo de estrategias como utilizar las extensiones nacionales o en otros casos, como en España, modificando ligeramente su nombre (hasta ahora Sedo era conocida en España y Latinoamérica como eSedo). Pero ese camino era una simple solución de emergencia. Sin Sedo.com la credibilidad de Sedo sufría notablemente y era evidente que de alguna forma u otra era necesario llegar a un acuerdo que llegó tras más de dos años de negociación por un precio final de 80.000 dólares.



Sin embargo, la empresa ha dado todos los esfuerzos por buenos. Según Alberto Domínguez, responsable del área española de Sedo, “tuvimos que poner toda nuestra experiencia y mucho esfuerzo en esta negociación pero al final ha merecido la pena, los efectos positivos ya son evidentes: Sedo está más fuerte que nunca y actualmente competimos por el liderazgo mundial en nuestro sector. Hemos asumido que cometimos un error y hemos conseguido rectificarlo. Por otra parte, siendo irónicos, esta inversión al final es más positiva si pensamos que no puede haber otra prueba más contundente de que creemos en nuestro negocio.”



Fuente: sedo.com